Anoche nos lo pasamos muy bien viendo una alegre comedia romántica, You Gotta Stay Happy ("Tienes que estar feliz", en España titulada ¡Viva la vida!, H.C. Potter, 1948). El guion es de Karl Tunberg, que adapta una historia de Robert Carson; la fotografía, bastante buena, es de Russell Metty, y la música, de Daniele Amfitheatrof. Está protagonizada por Joan Fontaine, James Stewart y Eddie Albert, acompañados de secundarios como Roland Young, Willard Parker o Percy Kilbride. Es una película sencilla y muy entretenida, con aventuras aéreas y un chimpancé, de la que sales optimista y con la sonrisa puesta. No recordaba a "carita linda" Fontaine hacer comedia; como soy su fan incondicional, la encuentro también estupenda haciendo el ganso, con esos rodetes en el pelo, en plan "dama de Elche". Stewart hace su habitual personaje paciente y testarudo, al que todo se le viene encima sin perder la calma, hasta que surge el amor... El film se inicia recordando las "comedias sofisticadas" (o "screwball comedy") de los años treinta, con los típicos líos matrimoniales entre ricos herederos y los equívocos vodevilescos que desarrollan la trama. Enseguida nos montamos en avión y la cosa cambia; el final feliz es lo que todos estábamos esperando. Es una comedia simpática, aunque no alcance a los grandes genios del género. Ah, y los títulos de crédito son dibujos de Walter Lantz, ¡el del pájaro loco!
Anoche nos lo pasamos muy bien viendo una alegre comedia romántica, You Gotta Stay Happy ("Tienes que estar feliz", en España titulada ¡Viva la vida!, H.C. Potter, 1948). El guion es de Karl Tunberg, que adapta una historia de Robert Carson; la fotografía, bastante buena, es de Russell Metty, y la música, de Daniele Amfitheatrof. Está protagonizada por Joan Fontaine, James Stewart y Eddie Albert, acompañados de secundarios como Roland Young, Willard Parker o Percy Kilbride. Es una película sencilla y muy entretenida, con aventuras aéreas y un chimpancé, de la que sales optimista y con la sonrisa puesta. No recordaba a "carita linda" Fontaine hacer comedia; como soy su fan incondicional, la encuentro también estupenda haciendo el ganso, con esos rodetes en el pelo, en plan "dama de Elche". Stewart hace su habitual personaje paciente y testarudo, al que todo se le viene encima sin perder la calma, hasta que surge el amor... El film se inicia recordando las "comedias sofisticadas" (o "screwball comedy") de los años treinta, con los típicos líos matrimoniales entre ricos herederos y los equívocos vodevilescos que desarrollan la trama. Enseguida nos montamos en avión y la cosa cambia; el final feliz es lo que todos estábamos esperando. Es una comedia simpática, aunque no alcance a los grandes genios del género. Ah, y los títulos de crédito son dibujos de Walter Lantz, ¡el del pájaro loco!
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