Anoche vimos Free State of Jones (Los hombres libres de Jones, Gary Ross, 2016). Es un drama histórico, basado en hechos reales (la vida de Newton Knight), sucedidos durante la guerra de secesión de EE.UU. El guion, del propio director y Leonard Hartman, se basa en los libros The Free State of Jones de Victoria E. Bynum, y The State of Jones, de Sally Jenkins y John Stauffer. La fotografía, de Benoît Delhomme, y la música, de Nicholas Britell, son correctas (lo esperable en una producción de este tipo). Está protagonizada por Matthew McConaughey, un buen actor (aunque en esta hagiografía su papel no tiene muchos matices). El resto de intérpretes (encabezados por Gugu Mbatha-Raw, Keri Russell y Mahershala Al) son bastante secundarios. La película empieza bien, pero lo que podía haber sido una película magnífica se va desinflando poco a poco, pierde garra, lima todas sus aristas (sobre todo en lo que concierne al alcance de su revolución libertaria) y se convierte en una lección de historia muy didáctica, un film bastante convencional, a lo Robin Hood, sobre un "libertador blanco".